El Principio del Fin

 

Más refuerzos inútiles para Rommel

La segunda estación de lluvia comenzó y el frente se convirtió en pantanos por donde los Tigres no podían circular.  Sus 56 y 60 toneladas de peso hundía a los carros en el barro y fueron replegados por las carreteras transitables.  Hitler y Mussolini insistieron en enviar más tropas a Túnez, hecho inexplicable a pesar de la experiencia de Stalingrado ocurrida apenas un mes antes y que causó la pérdida de 250 mil hombres.  De diciembre a marzo llegaron Túnez 40 mil hombres por medio de un puente aéreo, pues ya resultaba imposible enviar transportes por mar.  La mayoría de ellos llegaban y morían o eran capturados sin entrar en batalla.

Última batalla de Rommel en África

El día 6 de marzo, el ejército de Rommel estaba listo para la última batalla, esperando la arremetida final de las fuerzas anglo-estadounidenses.   Rommel decidió no esperar el ataque y se lanzó con todo lo que tenía, las divisiones 10ª, 15ª, 21ª y la División Italiana Ariete, más dos divisiones ligeras y lo que restaba de artillería. Al comenzar el ataque, la aviación anglo-estadounidense se lanzó contra 55 carros alemanes que quedaron incendiados en pocas horas, las baterías de cohetes y los 88 quedaron reducidos a chatarra.  A las 4 de la tarde Rommel interrumpió el ataque. Ese fue su último mando en África.   Partió rumbo a Berlín en su Heinkel 111 y una vez en presencia del Führer quiso presentar algunas medidas de emergencia para salvar al resto de las fuerzas en África.  Hitler ni siquiera lo escucho y le ordenó iniciar inmediatamente tratamiento médico.

 

Más reemplazos sacrificados

Hitler y Mussolini siguieron mandando refuerzos a Túnez.  Un batallón acorazado de granaderos fue enviado a bordo de tres destructores italianos.  Los buques fueron torpedeados y sólo sobrevivieron 6 hombres.  Una compañía italiana en medio del fuego aliado aterrizó a duras penas y los hombres fueron inmediatamente capturados.  Entre el 18 y el 22 de abril fueron derribados más de cien aviones alemanes e italianos, la mayoría cargados con gasolina por ser el único medio de aprovisionamiento de combustible que era factible en esos momentos.  Muy pronto, la cabeza de puente de Túnez desapareció a manos de las fuerzas estadounidenses.  El ejército de von Arnim estaba cercado.

 

Episodio del Beluno

El 6 de mayo de 1943, tal como lo había vaticinado Rommel meses atrás, las fuerzas ítalo-alemanas libraban sus últimas batallas con gran valentía.  Ese sólo día la aviación aliada, sólo en la cabeza de puente tunecina, realizó 2500 salidas; cada avión despegó 60 veces. Ese mismo día el transporte Beluno con 700 prisioneros británicos estaba listo para zarpar rumbo a Sicilia cuando fue atacado por aviones británicos y von Arnim se comunicó por radio con las fuerzas británicas del General Alexander para que suspendiera el ataque.  No había nada más que se pudiera hacer.

 

Rendición 13 de mayo de 1943

Cuando llegó el momento de la rendición, Alexander le preguntó a von Arnim si podía hacer algo por él y le contestó que sí, que le compensara por lo del Beluno enviando a 700 heridos a Italia. Alexander aceptó.  Las fuerzas ítalo-alemanas continuaron luchando hasta el día 13 de mayo de 1943, cuando luego de agotar las municiones, rindieron las armas.